Inmateriales
Cosas quietas
José Jiménez
Tranvía en el Paseo de Extremadura (1959). Gelatina de plata, copia posterior. Co. Paco Gómez / Foto Colectania.
Aunque no siempre se haya cumplido, el proceso de democratización de la imagen que Walter Benjamin advertía en las nuevas posibilidades de su reproducción tecnológica, ligadas a la invención de la fotografía, resulta innegable en algunos casos. La Fundación Foto Colectania, que realiza una tarea ejemplar en la conservación y difusión de archivos y colecciones fotográficas, presenta hasta el próximo 29 de enero en su sede de Barcelona una hermosa y sugestiva muestra de Paco Gómez (1918-1998), quien a pesar de no ser muy conocido por el gran público ocupa un lugar destacado en la historia de la fotografía en España.
Gómez, cuya profesión a lo largo de toda su vida fue la gerencia del negocio familiar: una sastrería en Madrid, se consideró siempre a sí mismo un fotógrafo "amateur". Sin embargo, ya en 1956 se hizo socio de la Sociedad Fotográfica de Madrid, e inmediatamente conoció a otro de nuestros grandes fotógrafos: Gabriel Cualladó, que se convertiría en su gran amigo y compañero de experiencias fotográficas. En 1957, entraría a formar parte del grupo Afal, participando en todas sus actividades y en diversas muestras en el extranjero. Fue además, entre 1959 y 1974, fotógrafo oficial de la revista Arquitectura, del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. A pesar de ello, durante su vida sólo se presentaron tres exposiciones personales de su trabajo: en Barcelona en 1984, en Tarragona en 1987, y de nuevo en Barcelona en 1995, aunque esta última, organizada por la Fundación La Caixa, se presentó después también en distintas ciudades de España.
Parece claro, pues, que más que un amateur Paco Gómez mantuvo un firme compromiso con la fotografía a lo largo de toda su vida, independientemente de que a la vez dedicara su atención al negocio familiar. Tras su fallecimiento en Madrid el 23 de abril de 1998, sus herederos decidieron en noviembre de 2001 donar su archivo fotográfico, formado por 25.000 negativos y más de 1.000 fotografías a la Fundación Foto Colectania. De esos fondos se han seleccionado las 73 fotografías que se presentan en la exposición, la mayor parte en copias de época, y datadas entre 1957 y 1988. Casi todas ellas son de una calidad excepcional: imágenes de espacios abiertos, interiores, retratos, pequeños grupos humanos, objetos y muros, en las que se plasma con una gran intensidad el registro en el tiempo, en la memoria, de la fugacidad de seres y cosas.
Decía antes que la evolución de la fotografía no siempre ha llevado a la democratización de la imagen, pues este soporte crucial de la representación, ha sucumbido en su dimensión masiva de forma casi general a la banalización y el espectáculo, al glamour y la excitación del consumo. No es el caso de la obra de Paco Gómez, un auténtico maestro del encuadre, capaz de construir sus imágenes sobre aspectos específicamente concretos: rostros, huellas e inscripciones en los muros, detalles de edificios, fragmentos de naturaleza, u objetos que en su soledad y aislamiento evocan la presencia/ausencia de los seres humanos, aspectos que sitúa en un intenso marco de abstracción que los aísla de su devenir temporal. Ver sus imágenes es realizar un recorrido en el curso del tiempo, deambular por los flujos de una memoria de lo más íntimo y a la vez ya inevitablemente extraño, por su anclaje en un tiempo irremediablemente pasado.
Creo que esa relación entre fotografía y tiempo constituye el nervio de su trabajo. En un poema publicado en la invitación de una muestra de 1983, y recogido ahora en el catálogo de la exposición que comento, el propio Gómez habla de cómo el hombre y la naturaleza están creando cosas sin cesar, como "la lluvia", "el salpicón de barro contra la cal de un muro", o "un cristal roto". Todas ellas, escribe Paco Gómez, "son cosas quietas, / silenciosamente prendidas en el aire". Cosas que él rescata y mantiene vivas en sus fotografías: imágenes esenciales en el tiempo.
PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 972, 20 de noviembre de 2010, p. 30.
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