Inmateriales
La expresión americana
José Jiménez
El próximo día 19 se cumplen los cien años del nacimiento de uno de los más grandes escritores de todos los tiempos, el gran cubano José Lezama Lima, fallecido el 9 de agosto de 1976. Pienso que si, en lugar de escribir en español, hubiera escrito en inglés o en francés, la talla universal de este gigante del pensamiento y de las letras tendría un reconocimiento mucho más intenso. Pero nuestra lengua, a pesar del inmenso número de seres humanos que la tienen como propia, pugna todavía por ser plenamente reconocida como vehículo de alta cultura. Y eso es lo que uno encuentra en la obra de Lezama, escritor de un barroquismo fluido y preciso, en cuyo curso brota una vez y otra el destello de la imagen, entendida como plasma del conocimiento y del sentido.
Solitario en la imagen he llamado en otra ocasión a este ser excepcional que, con la excepción de dos breves estancias en México y Jamaica, vivió siempre en su querida isla. Promotor de iniciativas culturales de gran calado: como la revista Orígenes, poeta de alto alcance, autor de una novela que es en sí misma toda una galaxia: Paradiso y de su continuación interrumpida: Oppiano Licario, erudito y conocedor personalísimo de todos los ámbitos del saber. Lezama proponía un acercamiento al estudio de la historia humana centrado en lo que él llamaba las eras de la imagen, aquellas en las que la imago se impuso como historia, y donde él situaba el fundamento que permite por ejemplo hablar de la imaginación etrusca, carolingia, bretona, etc., casos todos "donde el hecho, al surgir sobre el tapiz de una era imaginaria, cobró su realidad y su gravitación". Es decir, Lezama plantea que lo que constituye la historia no son los hechos, sino la adscripción de éstos a una estela de sentido, y a eso es precisamente a lo que llama una era de la imagen.
En Lezama Lima encontramos, a través de esa teoría de la historia fundamentada en la imagen, una de las mejores síntesis del ser de América. ¿Por qué "el espíritu occidental", se pregunta en uno de sus más brillantes libros teóricos: La expresión americana (1957), no pudo extenderse por Asia y África, y sí en su totalidad en América? El motivo se situaría en la "voracidad", el "protoplasma incorporativo" del americano, esa capacidad para asimilar, para hacer propio lo que viene de fuera, fusionándolo con lo autóctono, que ha hecho históricamente de América el continente donde el mestizaje alcanza su más alto grado de expresión. Lezama subraya también que a su vez esa voracidad incorporativa americana ha de ser puesta en relación con "el genio de ser influenciado" que el español ha mostrado a lo largo de su historia.
En lo que se refiere específicamente a la expresión, Lezama indica cómo "el estoicismo quevediano y el destello gongorino" alcanzan, por lo americano, soterramiento popular y engendran "un criollo de excelente resistencia para lo ético y una punta fina para el habla y la distinción de donde viene la independencia". En lugar de recibir "una tradición verbal", el americano la activa "con desconfianza, con encantamiento, con atractiva puericia", tal y como se pondría de manifiesto en el acto naciente de la expresión moderna en América que Lezama sitúa en José Martí, Rubén Darío y César Vallejo.
En última instancia, lo que distinguiría el "protoplasma incorporativo" del americano de la apertura española a las influencias es lo que Lezama denomina "el espacio gnóstico". Un espacio abierto, que incorpora el paisaje americano, entendido como diálogo del hombre con la naturaleza, y el legado de sus culturas originarias, y en el que "la inserción con el espíritu invasor se verifica a través de la inmediata comprensión de la mirada". América es capaz de asumirlo todo, pero al hacerlo las culturas americanas establecen continuamente un nuevo inicio, más complejo, más denso. Tierra del mestizaje y la síntesis, imagen del futuro del ser humano.
PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 974, 4 de diciembre de 2010, p. 28.
* Sobre Lezama Lima, se pueden también consultar online mis textos: "El solitario en la imagen" (1993) y "La imagen de un paraíso" (2000), en mi página web: http://www.ffil.uam.es/jjimenez/.
Caro Prof. Jimenez,
ResponderEliminarVivo il pungolo nella carne di dovervi svelare la mia sconfinata ammirazione per il Suo lavoro e per il coraggio che ha avuto di aprire una finestra di movimento e di cultura in questo nostro tempo arido e secco.
Auguri di ogni bene, e sia felice:
C. Benincasa
Caro (o cara...?) C. Benincasa,
ResponderEliminarGrazie a lei per il suo amichevole commentario... In questi tempi di difficoltà per il pensiero, l'unica via sarebbe stabilire un cerchio di "affinità elettive" tra quelli che lavoriamo alla ricerca della conoscenza.
Saluti cordiali,
José Jiménez