martes, 15 de febrero de 2022

Exposición en el CEART, Fuenlabrada

Joan Brossa: Poesía de la vida

La exposición «Brossa total», que como su título indica nos da una visión global, bastante completa, de su trabajo reúne unas cien obras que incluyen libros, carteles y obra gráfica, poemas visuales, poemas objetos, e instalaciones, toda la variedad de registros y ejes temáticos de su trayectoria multimedia. Es importante subrayar que el título de la muestra encierra un eco con el de una obra que podemos ver en ella: Maleta tot Brossa (1997), producida casi al final de su vida, en la que introdujo reproducciones de sus obras en grabado y calcografía, y que fue concebida como un homenaje a La Boîte-en-Valise (1936-1941) de Marcel Duchamp, quien seis décadas antes había hecho algo muy parecido. En definitiva: todo Brossa ante nuestros ojos y nuestra sensibilidad.

Espia [Espía] (1988-1991). Técnica mixta, 13 x 31 x 61 cm.

No cabe duda de que Joan Brossa (1919-1998) es una de las figuras más significativas del arte en Cataluña y España en el siglo XX. Formó parte del grupo ADLAN [“Amics de l’Art Nou”, “Amigos del Arte Nuevo”], que inició sus actividades en Barcelona en 1932. Posteriormente, fue uno de los fundadores en 1948 del grupo “Dau al Set” [“Dado en el Siete”]. Sus relaciones y contactos con numerosos artistas, poetas, pensadores, músicos y cineastas marcan el carácter plural y abierto de su forma de vivir y pensar.

Su actitud activa y militante se mantuvo siempre. Y quizás el rasgo más distintivo de su trabajo artístico es que en todo momento se abrió a la búsqueda de los más diversos soportes, invariablemente en diálogo con las experiencias de la vida cotidiana. La cuestión es: ir al fondo, y en esa línea se puede decir que los planteamientos de Brossa brotan de lo que había planteado el Surrealismo: ir a la realidad más profunda, aunque en su caso sin un sentido de pertenencia grupal, y abriéndose a los nuevos registros de la modernidad convulsa que se viven en la segunda mitad del siglo XX.

Emplaçament, Crisi [Emplazamiento, Crisis] (1998). Técnica mixta.

La exposición ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Joan Brossa y de la Galería Miguel Marcos. Esta Galería se convirtió en un apoyo central de Brossa, desde que en 1990 Miguel Marcos y él se conocieron y se estableció una línea constante de colaboración, y que ha tenido continuidad tras el fallecimiento de Brossa hasta ahora mismo. Con un montaje limpio y ordenado, en las salas abiertas del Centro de Arte, podemos ir recorriendo los diversos núcleos expresivos de este artista de voces plurales. La muestra va, además, acompañada por proyecciones de películas, espectáculos teatrales, y conferencias.  

Encontramos todo un conjunto de piezas de poesía visual, algo que despertó el interés de Brossa ya en el inicio de los años 40, aunque no llegó a realizar ediciones de esas piezas de forma sistemática hasta los años 70, utilizando para ello generalmente la técnica de la serigrafía. En ellas vemos cómo las formas y figuras se entremezclan con las letras y las palabras, a su vez convertidas en registros corporales.

Poema corpóreo B (1998).

Otro ámbito es el de los poemas objeto. En este caso, encontramos piezas materiales de todo tipo, objetos fragmentados o intervenidos, y así plenamente distanciados de sus usos pragmáticos habituales: los objetos hablan, se expresan, al distanciarlos de sus funciones o de su insignificancia. Por eso Brossa ve brotar en ellos la poesía. Sin duda, podemos encontrar aquí otra confluencia con Marcel Duchamp, en concreto con sus ready-mades, que implican también una liberación de sus formas respecto a sus usos pragmáticos.

Y finalmente nos situamos ante sus instalaciones, un procedimiento que fue cobrando importancia en el arte contemporáneo a partir de los años sesenta del siglo pasado. Brossa se centró intensamente en ellas en la década final de su vida, manteniendo en todo momento en sus propuestas una atención a las raíces y los cambios de la existencia.

Caront [Caronte] (1998). 

Entre ellas, considero especialmente relevante Caront [Caronte] (1998): un pequeño bote con el nombre escrito en griego, Χάρων, en la parte frontal de uno de sus lados, situado encima de un montón de confeti, y con una lámpara en lo alto. La fecha de la pieza coincide con el año del fallecimiento de Brossa. Y Caronte, en la mitología griega, es el nombre que tenía el barquero que conducía la barca con la que se cruzaba hacia el Hades después de la muerte.

Llegamos en este punto a lo que pienso que constituye el núcleo central de la actividad artística de Brossa: la poesía de la vida. ¿Cómo se establece el significado y el sentido de las cosas y las actividades que  nos rodean y con las que vivimos...? Sentido profundo de lo real, crítica social y política... La poesía, pero extendiendo y ampliando su proyección desde el lenguaje y la escritura hasta la visualización y los diversos planos de la experiencia, lo que vemos y lo que sentimos. Y eso nos dice su Caront: la vida es un viaje.

 

* Brossa total. Centro de Arte Tomás y Valiente, Fuenlabrada. Comisario: Enrique Juncosa. Del 28 de enero al 24 de abril.

* Publicado en EL CULTURAL: Edición impresa, 11-17 de febrero, pgs. 40-41. Edición online:https://www.elespanol.com/el-cultural/arte/exposiciones/20220215/joan-brossa-poesia-vida/648435386_0.html

 

 

lunes, 7 de febrero de 2022

Sobre el libro de Alfonso de la Torre "Klee y España"

     La irradiación de Paul Klee en España

Estamos ante una publicación de gran interés porque nos lleva, a través de un recorrido intensamente minucioso, al conocimiento de la notable importancia que tuvo la obra del artista suizo Paul Klee (1879-1940) en el desarrollo del arte contemporáneo en España. El libro se estructura en dos partes: I. El Plan Spanien. Paul Klee y el país donde crecen los Goyas y II. El sembrador de estrellas (La sombra de Klee en el arte español de postguerra).

En la primera parte se reconstruye el interés de Paul Klee por venir a España desde su  juventud, “pues planificó su visita ya en 1902 y en tres ocasiones en 1905.” (pg. 26). Sin embargo, ese deseo no se concretaría hasta 1929, y sólo en una única ocasión, cuando Klee y su esposa Lily viajaron hasta el sur de Francia, cruzando desde allí al norte de España donde visitaron diversos pueblos costeros, así como San Sebastián y Pamplona. En ese viaje coincidieron con Vassily Kandinsky y su mujer Nina.

Paul Klee con su esposa Lily en la playa de Hendaya (agosto de 1929)

Como anota en su Diario, en 1905, el interés de Klee por España tiene un núcleo central en Goya: «Mi pensamiento va hacia España, donde crecen los Goyas» (cita recogida en la pg. 29 de este libro). Pero, como reconstruye Alfonso de la Torre, se concentra igualmente en El Greco, Velázquez y Zuloaga, de los que había ido viendo obras desde 1902. Se expande también a figuras literarias: Cervantes (central su Quijote), Calderón y Tirso de Molina. Siendo para él tan importante la música, hay que señalar así mismo el gran aprecio que tenía por Pau Casals. Y todavía un último aspecto: la relación personal que estableció con Picasso, con quien tuvo dos encuentros, en 1933 y en 1937.

La segunda parte del libro, la más extensa, se articula en seis secciones: (1) “EL ORIGEN DE LA IRRADIACIÓN KLEEIANA”, (pg. 59), (2) “EL ÚNICO MUSEO SIN POLVO: LA REVELACIÓN DE KLEE EN EL ARTE DE POSTGUERRA” (pg. 89), (3) “DE LA ESCUELA DE ALTAMIRA A PÓRTICO” (pg. 112), (4) “KLEE EN CATALUÑA” (pg. 120), (5) “Y OTROS, TANTOS, KLEEIANOS IRREDENTOS CIRCA 1950-1960” (pg. 133), y (6) “LA RARA PRESENCIA DE LA OBRA DE KLEE EN ESPAÑA” (pg, 173).

En ese amplísimo despliegue, Alfonso de la Torre da un papel desencadenante al pintor, crítico de arte y escritor canario Eduardo Westerdahl (1902-1983), de quien procede el término “kleeiano irredento”, en una de las citas que encabeza el libro (pg. 11) y que se repite luego (pg. 131), con la que caracterizo al pintor alemán y seguidor de Klee, Will Faber (1901-1987), quien por el auge del nazismo abandonó su país natal a comienzos de los años treinta, y se establecería de modo definitivo entre Barcelona e Ibiza.

La irradiación de Klee en el arte español tras la Segunda Guerra Mundial se activaría en un importante conjunto de artistas “irredentos”, o no sumisos ante planteamientos academicistas o repetitivos en el arte. Con figuras tan importantes como Antonio Saura, Pablo Palazuelo, Antoni Tàpies, Manolo Millares, Jorge Oteiza, Eusebio Sempere, y muchísimos otros.

Alfonso de la Torre nos da un panorama completo. Su libro, además del desarrollo textual, presenta también un extenso conjunto de ilustraciones: 84, fotografías y reproducciones de obras artísticas. Amplísima es la serie de notas a píe de página, nada menos que 487. Y hay algo no muy bien resuelto: en muchos casos en el despliegue del texto aparecen referencias en su versión original, no en español, y lo mismo tiene lugar en las notas. 

Paul Klee: La tesitura vocal de la cantante Rosa Silber (1922). 
The MoMA, Nueva York.

En todo caso, el libro nos da una excelente vía de entrada en la obra de Paul Klee, resaltando su relevancia en el arte de nuestro tiempo, y con eso debemos quedarnos. Como Paul Klee escribió en la primera frase de su "Confesión creativa", un texto de 1920 en su época de plena madurez: "El arte no reproduce lo visible, sino que hace lo visible." Construye una visión profunda de la experiencia, de la vida.


* Alfonso de la Torre: Klee y España. Los Irredentos Kleeianos. genueve ediciones, Santander, 2021. 225 pgs.

* Publicado en EL CULTURAL: - Edición impresa, 4 de febrero, pg. 43. 

* Edición online, https://www.elespanol.com/el-cultural/arte/20220207/paul-klee-pais-crecen-goyas/646685516_0.html