lunes, 14 de mayo de 2018

Exposición de Eugène Delacroix en el Museo del Louvre, París.


La expresividad viva
  
   Producida en colaboración con el Metropolitan Museum, de Nueva York, adonde viajará a partir del 13 de septiembre, el Museo del Louvre presenta una excepcional exposición retrospectiva de Eugène Delacroix (1798-1863), sin duda uno de los grandes clásicos de la modernidad en pintura. La muestra reúne 180 obras, la panorámica más completa de su trayectoria artística después de la última gran retrospectiva que le dedicó también el Louvre en 1963, año del centenario de su muerte. Es una oportunidad única, que permite recorrer, en síntesis, todo Delacroix

Autorretrato con el chaleco verde [Autoportrait au gilet vert] (Hacia 1837). Óleo sobre lienzo, 64 x 54,5 cm. Musée du Louvre, París.

   Además, “el viaje” se completa con la exposición “Una lucha moderna”, que se presenta durante las mismas fechas en el Museo Delacroix, instalado en lo que fue residencia y taller del artista desde 1856 hasta su muerte. En este caso, la temática se centra en la representación de la lucha entre hombres y ángeles, que Delacroix plasmó en grandes pinturas murales en la cercana Iglesia de Saint-Sulpice, recientemente restauradas, y que fueron realizadas entre 1858 y 1861.
   La exposición del Louvre, ordenada cronológicamente, se despliega en tres fases. 1) De 1822 a 1834, años en los que la obra de Delacroix tiene como impulsos centrales la novedad, la búsqueda del reconocimiento, y la libertad expresiva. 2) De 1835 a 1855 los motivos predominantes son la expansión de los formatos, la pintura mural, y el diálogo con la tradición, hasta el éxito que alcanza en la Exposición Universal de 1855. 3) Desde ese año hasta sus últimos días, con su exploración del paisaje: bosques, mares, acantilados, y el ejercicio del poder creativo de la memoria.

Dante y Virgilio en los infiernos (también llamada La barca de Dante) [Dante et Virgil aux Enfers (dit aussi La Barque de Dante)] (1822). Óleo sobre lienzo, 189 x 241,5 cm. Musée du Louvre, París.


   Se suele caracterizar a Delacroix como el gran pintor del romanticismo, pero aunque es cierto que ahí se sitúan sus raíces: en la búsqueda de la plena libertad expresiva más allá de las restricciones académicas, su trayectoria se configura en diálogo con las transformaciones de la modernidad, en las etapas iniciales de la cultura urbana y de formación de las masas sociales. Yo siempre he visto su obra en paralelo con la de Baudelaire, quien en todo momento tuvo y manifestó el máximo aprecio por Delacroix.
   Es importante señalar la apertura expresiva de Delacroix, quien además de pintor fue un notable escritor. Algo que se plasmó, sobre todo, en sus Diarios, en los que a partir de 1857, esbozó un proyecto de Diccionario de las bellas artes. Su interés literario se despliega en su diálogo con Shakespeare, Goethe, o Lord Byron, cuyos textos se abrirán como motivos de su obra, y es importante también su acercamiento a la mitología y a la cultura de la antigüedad clásica.


El 28 de julio de 1830. La libertad guiando al pueblo [Le 28 juillet 1830. La Liberté guidant le peuple] (1830). Óleo sobre lienzo, 260 x 325 cm. Musée du Louvre, París.


   E igualmente, a la música: en especial, Mozart, Beethoven, Wagner. El 30 de noviembre de 1853 escribe en sus Diarios: “en lugar de pensar en negocios, no pienso más que en Rubens o en Mozart: mi gran ocupación durante ocho días es el recuerdo de una melodía o de un cuadro.” Rubens y Mozart en el espejo: en Delacroix, la pintura se expande hacia todas las formas de expresión.
   Es un artista que busca la diferencia, la singularidad, pero siempre a partir de un diálogo y contraste con la tradición. La suya es una posición distinta a la reivindicación de lo nuevo, que se convertirá en eje de las ya próximas vanguardias artísticas. El 8 de junio de 1850 anota en sus Diarios: “lo nuevo es muy antiguo. Se puede incluso decir que es siempre lo que hay de más antiguo.” En Delacroix está activa la impronta del arte italiano -aunque nunca viajó a Roma-, de Goya, y sobre todo, especialmente, de Rubens, a quien calificaba de “homérico”. El 15 de mayo de 1857, siempre en sus Diarios, escribe: “la naturaleza hizo nacer en Flandes, y en una época cercana a la nuestra, al Homero de la pintura.”

Mujeres de Argel en su aposento [Femmes d'Alger dans leur appartement] (1834). Óleo sobre lienzo, 180 x 229 cm. Musée du Louvre, París.


   Ese despliegue de registros de cultura y conocimiento va unido, en Delacroix, siempre en busca de la singularidad, con la búsqueda de la experiencia activa. Aparte de la gran importancia de sus viajes, podemos encontrar una de las claves más reveladoras de esta dimensión en lo que escribe, retrospectivamente: el 12 de octubre de 1853, sobre una de sus obras más conocidas: El 28 de julio de 1830. La Libertad guiando al pueblo (1830). En no pocas ocasiones, el título de la obra se recorta, quitando la referencia a la fecha en la que tuvo lugar lo que la pintura representa. Delacroix recuerda que había estado en la calle durante tres días, “en medio de la metralla y de los disparos de fusil”. Y así, con esta pintura, a la que se refería familiarmente como “la barricada”, pensaba: “He iniciado un tema moderno, una barricada”.   

Cesto de flores volcado en un jardín [Corbeille de fleurs renversée dans un jardin] (1848-849). Óleo sobre lienzo, 107,3 x 142,2 cm. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York..


   Experiencia activa y diálogo con el tiempo, estos son para mí los registros en los que hay que situar la singularidad y gran proyección artística de la obra de Eugène Delacroix. Todo ello se despliega en la representación de los cuerpos en acción, en la intensidad del color, en su reverberación de variedad en la luz. Para así fijar la comprensión del dinamismo de la vida en la obra, y transmitirla a quien mira. Delacroix: la expresividad viva.


* Delacroix (1798-1863); Museo del Louvre, París. Comisarios: Sébastien Allard y Côme Fabre. Del 29 de marzo al 23 de julio de 2018.

* Une lutte moderne. De Delacroix à nos jours. Comisarias: Dominique de Font-Réaulx y Marie Monfort. Del 11 de abril al 23 de julio de 2018.

* Publicado, en versión reducida, en ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.329, 12 de mayo de 2018, pg. 22.