jueves, 2 de febrero de 2012

Sobre "Blow", exposición de Chema Cobo

Inmateriales
A través del espejo


"Un instante más y Alicia había pasado a través del cristal y saltaba con ligereza dentro del cuarto del espejo", escribió Lewis Carroll en Alicia a través del espejo (1872), continuación de Alicia en el país de las maravillas (1865). Hace ya bastante tiempo que el personaje de Alicia y las narraciones de Carroll dejaron de ser considerados literatura "infantil": la densidad conceptual, los juegos de lenguaje y la dimensión arquetípica de Alicia hacen que estemos ante uno de los grandes monumentos de la literatura universal. Por otra parte, como si escribir literatura "infantil" pudiera ser fácil o menor: nada más complejo que llegar de verdad a la mente ágil y libre del niño.

Call Now (2011).
Óleo sobre lienzo, 140 x 120 cm.

Alicia y la escritura de Lewis Carroll constituyen el hilo referencial, en el espejo de la pintura, de una de las exposiciones más intensas y hermosas que he visto en los últimos tiempos: Blow (Soplo), de Chema Cobo, que se presenta en Madrid, en la Galería Álvaro Alcázar, hasta el próximo 29 de febrero. Como él mismo señala, Alicia es "un tema recurrente" en su obra desde los años setenta, y de un modo especial en la década de los noventa. Pero en esta exposición hay algo más: Alicia se une en la imaginación del pintor con la figura de Jeremy Bentham (1748-1832), una de las más destacadas del pensamiento filosófico inglés en los inicios de la modernidad.

Bentham's Dream (2011).
Óleo sobre lienzo, 70 x 70 cm.


Bentham es hoy reconocido como el iniciador del "utilitarismo", la teoría que propone como fundamento de la filosofía moral la utilidad que normas, actos o instituciones puedan tener para los seres humanos. Pero Bentham  trabajó también en la reforma del sistema penitenciario, y concibió una cárcel de estructura circular en cuyo centro se instalaría una especie de torre, también circular, que permitiera vigilar todos los espacios sin ser visto. Esa invención: el panóptico, fue considerada por Michel Foucault como el signo de las sociedades de control de nuestro tiempo, de este mundo en el que vivimos y donde absolutamente todo está sometido a vigilancia. Y cada vez más, de modo creciente, a través de las derivas de las redes de comunicación, de internet, y la intensificación en ellas de los mecanismos de control.
Chema Cobo no plantea, sin embargo, una consideración teórica, aunque, siendo como es uno de nuestros mejores y más lúcidos artista-escritor, el breve texto de presentación y los aforismos que acompañan la muestra desvelan plenamente sus intenciones. Como cuando escribe: "El espejo siempre parece el más 'natural' de los inventos". Lo más importante es que ha sabido plasmar en una serie de cuadros realizados con una maestría admirable esa persistencia invisible, situada al otro lado del cristal, de los mecanismos de control autoritarios que determinan en la actualidad la vida de todos los habitantes del planeta. Lo hace proponiendo "un cruce" entre Alicia y Jeremy Bentham que quizás, dice, provenga de un sueño, de una imagen en la que Alicia conversa con la momia del pensador, hasta que de repente la conversación se interrumpe y Alicia comienza a dar puntapiés a la cabeza de Bentham, que cae rodando.

Ghost Mirror (2011).
Óleo sobre lienzo, 116 x 89 cm.

Insisto: lo decisivo es la resolución pictórica. Los cuadros densa y sutilmente elaborados, en los que las veladuras y los juegos de color cuestionan la mentira de la transparencia, esa fórmula de la propaganda política que afirma que todo es accesible, precisamente para ocultar todo aquello que no debe ser visto en función de los intereses de las distintas instancias de poder. En la pintura de Chema Cobo vemos el parpadeo de la imagen electrónica, que reconocemos como un eco de las interferencias de las emisiones, vemos las torres que caen, vemos los ojos sin cuerpo suspendidos en el vacío, y vemos los corredores abiertos en los que la escritura: la comunicación, ha sido eliminada dejando tan sólo los signos de puntuación cuyo sentido se nos escapa, y que se controla desde algún lugar inaccesible. La máscara mortuoria de Bentham nos interpela, en su silencio, mientras Alicia, sola y de espaldas, aparece sobre la hierba y junto a unos árboles. Debajo de ese suelo leemos "CALL NOW" ("LLAMA AHORA"). ¿Está atendiendo a un teléfono móvil…?

PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1029, 28 de enero de 2012, p. 24.

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