La mirada interior
Tras su presentación en
Barcelona, y antes de viajar al San Francisco Museum of Modern Art, se presenta
en Madrid una exposición, de verdad excelente, del gran fotógrafo Brassaï
(1899-1984). Gyula Halász, su verdadero nombre, había nacido en Brassó
(Transilvania, hoy en Rumanía), ciudad de la que tomó su nombre artístico:
Brassaï significa “de Brassó”, expresión explícita de su origen.
Montmartre (1930-1931). 29,8 x 39,6 cm. Estate Brassai Succession, Paris.
Sin
embargo, su vida, enmarcada en el signo de la modernidad, fue la de un
caminante por la ciudad, un viajero por el mundo. Su padre, que había estudiado
en París, en la universidad de la Sorbona, fue profesor de literatura francesa
en la universidad de su ciudad natal. Tras vivir en Budapest y en Berlín, en
las que estudia Bellas Artes, se traslada a París en febrero de 1924. Allí
encontrará su asentamiento definitivo, eso sí: para seguir viajando por el
mundo.
Y
lo más importante: la experiencia urbana de París abrió su sensibilidad hacia
la necesidad de fijar los motivos de experiencia que se vivían en la ciudad. Es
decir, a su utilización de la fotografía como soporte y medio de expresión,
intentando capturar los instantes de vida más allá de su fugacidad.
En casa de Suzy [Chez Suzy] (1931-1932). 30 x 23,8 cm. Estate Brassai Succession, Paris.
El
desencadenante fue, sobre todo, la gran seducción que sobre él ejerció “el
París nocturno”, como el propio Brassaï indicó, retrospectivamente en 1964, en
una entrevista: “Ya no podía aguantar por más tiempo las imágenes dentro de mí;
había absorbido tantas, principalmente durante mis caminatas nocturnas, que
tenía que expresarlas de una forma diferente, más directa que la que me
permitía el pincel.”
Baile de las cuatro estaciones, calle Lappe [Bal des Quatre Saisons, rue de Lappe] (c. 1932).
49,8 x 40,4 cm. Estate Brassai Succession, Paris.
En
su presentación en Madrid, la muestra se articula en doce apartados temáticos,
que permiten recorrer el conjunto de su trayectoria a través de más de
doscientas piezas, fundamentalmente fotografías, pero también un conjunto de
documentos y publicaciones de época, algunos dibujos, y una pequeña escultura
de mármol rojo: Ariane (1971), que
representa un desnudo femenino, uno de los temas más relevantes y recurrentes
en la obra de Brassaï.
Desnudo en la bañera [Nu dans la baignoire] (1938). 23,5 x 17,3 cm. Estate Brassai Succession, Paris.
Vamos
así pasando, a través de sus imágenes, por las calles como escenario de la
vida, en las que vive, se muere, se duerme, y tal vez se sueña. En ellas
aparecen todo tipo de personajes: gente común, con profesiones diversas. Y
visitamos también los lugares donde se sitúan las personalidades notorias de la
vida parisina. Especialmente interesante es lo que se reúne con el rótulo
“Placeres”: ferias, fiestas, bailes, salas de diversión nocturna, cabarets,
garitos, bares. En definitiva, espacios de la transgresión, en los que junto a la gente común aparecen la
prostitución y la delincuencia.
Amantes en la Estación Saint-Lazare [Aimants à la Gare Saint-Lazare] (1930-1931). 23,6 x 17,3 cm.
Estate Brassai Succession, Paris.
Lo
que impresiona en ese recorrido por la diversidad de la vida moderna es la gran
calidad de las imágenes. Brassaï utilizaba una cámara con trípode, buscando la
máxima estabilidad posible en la captación. Y junto a ello, la perfección del
enfoque, unida a la proyección, el juego de espejos, los reflejos que así suscita
el contraste de la mirada.
Se
trata, en último término, de forjar la
mirada interior, a través de la cámara, y en este aspecto se puede advertir
la importancia que tuvo el surrealismo en toda la obra de Brassaï. En 1928,
André Breton caracterizó como “la ola de fuerza” del arte de nuestro tiempo “el
modelo interior”. Eso vivimos con las imágenes de Brassaï: la necesidad de salir afuera para poder ir dentro de la vida, en su diversidad.
* Brassaï; Fundación
MAPFRE, Madrid. Comisario: Peter Galassi. Del 31 de mayo al 2 de septiembre de
2018.
* Publicado en ABC Cultural
(http://www.abc.es/), nº 1.332, 2 de junio de 2018, pg. 25.
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