Reflejos en la impresión
Con una admirable trayectoria artística
en el ámbito de la escultura, e igualmente en el del grabado, a Cristina
Iglesias (San Sebastián, 1956) le fue concedido el Premio Tomás Francisco
Prieto en el otoño de 2013. Dicha distinción conlleva el compromiso de realizar
un modelo de medalla, acuñada después en
oro, plata y bronce, que pasa a formar parte de la colección de la Fábrica
Nacional de Moneda y Timbre. Y también la presentación de una muestra en el
Museo de la Casa de la Moneda, que se presenta ahora al público, en este caso
con el comisariado de la propia artista. No se la pierdan.
Estudio Pabellón Suspendido II. 2005. Técnica mixta, 76 x 105 cm.
Muy bien articulada, con piezas de una
gran belleza e intensidad plástica, la exposición juega ya de entrada con el
doble sentido que se despliega en su título: Impresiones. Un término que alude a las distintas técnicas de
grabado y estampación, por medio de las cuales desde un pasado remoto hasta la
actualidad digital se consigue la multiplicación serial de las imágenes. Pero también
a esas sensaciones: impacto, emoción, sacudida… que algo produce en nosotros.
Utilizando distintas técnicas, aunque
predomina la serigrafía, Cristina Iglesias ha elegido diferenciar las cuatro
secciones de la muestra utilizando como criterio los distintos soportes
utilizados: Papel, Cobre, Seda y Acero. En ellas se muestran 67 obras, datadas
entre 1987 y 2014, lo que permite apreciar la importancia y continuidad que
esta modalidad de expresión plástica ha tenido a lo largo de su trayectoria. Y,
a la vez, la originalidad y densidad poética de sus propuestas, caracterizadas
todas por un intenso dinamismo formal.
Políptico IX. 2008. Serigrafía sobre cobre, 250 x 400 cm.
Porque, volviendo a las impresiones que
producen en nosotros, estas estampaciones, independientemente de su soporte
material, nos llevan a un ámbito interior, de silencio, de concentración. En
ellas no hay figuras, a excepción de alguna reproducción fragmentaria de
tapices clásicos, que actúan como contraste. Y en el silencio de las formas se
despliegan filamentos y retículas, sedimentos vegetales, líquidos y fluidos.
En último término, agua. Los meandros de la estampación nos conducen, a través de un
ritmo demorado, a los vestigios de la fuente de la vida. Allí donde las
palabras seminales de uno de los primeros sabios de nuestra tradición de cultura:
Tales de Mileto, nada menos que en el s. VI a. C., la fijaron como principio de
todas las cosas, destacando su carácter generador, nutritivo, cohesionador y
vivificante.
Tríptico IV. 1997. Serigrafía sobre seda, 190 x 220 x 5 cm.
Cuando, modulándose en silencio, la
impresión nos introduce en el líquido sedimentado en la estampa, vemos surgir
en nosotros el reflejo en ella de algo que está en nuestro interior más
profundo. El reflejo, el elemento latente que centra y articula la intención
plástica de Cristina Iglesias en sus grabados. La ausencia de figuras tiene
aquí su explicación última: no hace falta que las haya en los grabados, las
figuras que creíamos ausentes, sí están. Somos nosotros, los que al mirar nos
introducimos en los reflejos de esas imprimaciones que nos llevan, de aquí y
ahora, a un flujo latente y silencioso.
Unknown Architecture Shadows I. 2011. Serigrafía sobre acero inoxidable, 250 x 300 cm.
Al flujo de un tiempo donde todavía no
hay palabra ni lenguaje. A los líquidos raíces de todas las cosas. Allí donde
la vegetación se torna tupida. Malla, red y columna ascendente. Va y viene.
Hacia abajo y hacia arriba. Eleva y suspende pabellones que, en lugar de
cerrados muros, se delimitan por una tupida rejería de lenguaje. Allí donde,
finalmente, vivimos.
En síntesis, formas líquidas diseminadas
en la impresión, que nos permiten ver, desde la reclusión de la estampa, desde
las proyecciones, suspensiones y sombras, aquello que habitualmente no vemos.
Los reflejos de presencias y ausencias en el líquido fugaz de la vida.
*
Cristina Iglesias: Impresiones; Museo
Casa de la Moneda, Madrid, hasta el 13 de septiembre de 2015.
PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.190, 6 de junio de 2015, pp. 20-21.
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