Los leopardos de Jiri Dokoupil
Una nueva, y excelente,
exposición de Jiri Georg Dokoupil (Krnov, República Checa, 1954) llega a
Madrid. Con 36 años de trayectoria artística a sus espaldas, desde su primera muestra
en Colonia en 1982, Dokoupil es, sin duda, una de las figuras de mayor relieve
en la escena internacional del arte. Siempre en itinerario, se caracteriza por
una experiencia abierta a la pluralidad del mundo y de las tradiciones
culturales. Dejó su Checoslovaquia natal, junto con su familia, en 1968, tras
la invasión soviética, y actualmente vive y trabaja entre Berlín, Madrid, Rio
de Janeiro, Praga, Plovdiv (Bulgaria), y Las Palmas. Su relación con España, su
presencia aquí, ha sido siempre de gran importancia.
Pensando
(2018). Acrílico y hollín sobre lienzo, 145 x 200 cm.
El núcleo de su trabajo
artístico es la pintura, concebida desde una posición abierta, experimental,
que se proyecta también en dibujos, esculturas, fotos, y algunas instalaciones.
En diálogo con rasgos y procedimientos de diversos movimientos artísticos: neoexpresionismo,
surrealismo, pintura de acción…, Dokoupil ha sido siempre un artista autónomo y
original, individualista, independiente. Los títulos de sus obras nunca son
descriptivos, plantean una dimensión mental, poética, que en ocasiones se
conjuga con el humor, o la ironía.
Memoria (2018). Acrílico y hollín sobre lienzo, 145 x 200 cm.
Un rasgo continuo de su
trabajo es desarrollarlo en series. Y en esta muestra se presentan 13 pinturas,
de gran formato, pertenecientes a la serie «cuadros de vela». El nombre indica
la utilización de una vela sobre el lienzo para dejar marcas de hollín sobre el
mismo, un procedimiento utilizado por los artistas del Renacimiento. El propio
Dokoupil señaló: “El primer cuadro de humo lo realicé en Madrid, en el otoño de
1988.”
Melancolía (2018). Acrílico y hollín sobre lienzo, 200 x 300 cm.
En esta ocasión, los
cuadros tienen una unidad temática, pues se nos presenta en todos los casos al leopardo como signo de la vibración de
la vida en la pintura. El interés por el leopardo es el resultado de una
metamorfosis, pues Dokoupil sentía desde los inicios de su trabajo una
identificación personal con la figura del caballo, y la asociaba con su
nacimiento en el año del caballo, según el calendario chino. Pero a partir del
año 2000, en el que realiza el primero de los cuadros de vela con leopardo, la
figura de este animal pasa al primer plano.
En las obras que podemos
ver en la exposición, todas ellas realizadas en 2018, Dokoupil combina las
marcas de hollín con la utilización de una gama plural de colores
fluorescentes, con lo que alcanza una intensidad plástica de gran alcance. Al
coincidir con él le pregunté por qué asociaba las manchas de la vela con el
leopardo, y me respondió: “Cada vela tiene un leopardo.” Palabras que nos
remiten a su búsqueda de una pintura orgánica, inmediatamente derivada de la
naturaleza. Y así, en los cuadros de vela de Dokoupil, el leopardo vibra como
un espejo de la vida natural ante nuestros ojos.
* Jiri Dokoupil: «Nuevos cuadros de vela»; Galería Juana de Aizpuru, Madrid. Del 27 de octubre al 12 de diciembre de
2018.
* Publicado, en versión
reducida, en ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.350, 3 de noviembre de
2018, p. 20.
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