El teatro de la mente
En principio,
una exposición de «síntesis» de la obra de Giorgio de Chirico (Volos,
Grecia, 1888 – Roma, 1978) hubiera podido ser todo un acontecimiento. Sin
embargo, lamentablemente, en esta ocasión no ha sido así. Aunque claro, siendo
de Chirico un artista tan referencial en el arte de nuestro tiempo, la muestra
no deja de tener interés.
Organizada en colaboración por la Obra Social “la
Caixa” y la Fundación Giorgio e Isa de Chirico, la exposición reúne más de 140
obras, en su mayor parte datadas a partir de 1940. Es, además, un dato
especialmente sorprendente la gran cantidad entre ellas ante-datadas en el
lienzo por el propio de Chirico, con su firma y fechas inadecuadas, algo que
afortunadamente se corrige en las cartelas. En todo caso, las etapas más
relevantes del trabajo artístico de de Chirico, desde 1910 hasta los años
treinta, está casi ausente, salvo la excepción de algunos bellos dibujos y de
una pintura de extraordinaria calidad: Los
arqueólogos, realizada en 1927.
Los arquéologos [Gli archeologi] (1927).
Óleo sobre lienzo, 116 x 89 cm. Galleria Nazionale d'Arte Moderna e Contemporanea, Roma.
El
montaje es limpio, bien concebido, y se articula en seis secciones: Retratos y
autorretratos, Plazas de Italia y maniquíes, Interiores metafísicos, Baños
misteriosos, Mundo clásico y gladiadores, e Historia y naturaleza. Las piezas
expuestas permiten apreciar la constante repetición de temas, ideas y
composiciones plásticas que caracterizan las cuatro últimas décadas del trabajo
artístico de de Chirico. El referente continuo es siempre la antigüedad
clásica: Grecia y Roma, y junto a ello el clasicismo pictórico, particularmente
en los retratos.
La esposa fiel [La sposa fedele] (1917).
Lápiz sobre papel, 32 x 22 cm. Galleria Nazionale d'Arte Moderna e Contemporanea, Roma.
Este aspecto serial, la repetición temática y
estilística, ha sido ya bastante criticado. Aunque, en sentido contrario fue
defendido en 1982 por Andy Warhol: “Adoro su obra y esta manera de repetir las mismas
pinturas una y otra vez. Me gusta mucho esta idea; pues pensé que sería
formidable hacerlo”. El juicio de Warhol no resulta extraño, pues desde un
punto de vista estrictamente formal
la pintura de Giorgio de Chirico guarda bastante paralelismo con la estética pop. De Chirico no es un pintor del
detalle, o de la precisión, sus cuadros se estructuran sobre un esquematismo
expresivo que los hace equivalentes a los carteles, a la representación directa
de la publicidad. A ese respecto, podríamos caracterizar su obra por un cierto
sentido pop de la representación
clásica.
Las musas inquietantes [Le muse inquietanti] (1947) [firmado: 1925].
Óleo sobre lienzo, 97 x 66 cm. Galleria Nazionale d'Arte Moderna e Contemporanea, Roma.
A finales de los años
sesenta, de Chirico comenzó a hacer esculturas en bronce, algunas de las cuales
se presentan en la muestra. Aquí la repetición sigue el curso de la
transposición: figuras de maniquíes en tres dimensiones que repiten de forma
apagada lo que había sido intensa representación pictórica de la humanidad como
enigma. Esculturas que sorprenden por su pequeño alcance.
El contraste de esta deriva,
que sitúa la obra de de Chirico en un plano casi de mera ilustración de
referentes míticos e históricos de la antigüedad respecto a la intensidad
conceptual y plástica de sus primeras décadas, resulta evidente recorriendo
esta exposición. El de Chirico de antes centra su mirada en el enigma, siempre presente en las vidas
de los seres humanos. Un lema que inscribió, en latín, como título de la obra
en el marco de la misma: ¿Y qué amaré,
sino el enigma?
El huésped misterioso [L'ospite misterioso] (1934).
Una de las diez litografías para el libro de Jean Cocteau Mythologie, 28,2 x 22,2 cm.
Fondazione Giorgio e Isa de Chirico, Roma.
Fondazione Giorgio e Isa de Chirico, Roma.
El enigma: de ahí brota la
interrogación plástica de de Chirico sobre la mente perdida en los escenarios
urbanos, en los nuevos ámbitos de la ciudad moderna, que dota de un gran
alcance a su obra. Pero las plazas vacías, las arquitecturas y esculturas, los
maniquíes, las naturalezas muertas (que él prefería llamar “vidas silenciosas”,
en un eco obvio de la expresión en inglés “still lifes”), acabarían dando paso
posteriormente a la repetición y a la
ilustración de motivos mitológicos de la antigüedad clásica.
La centralidad del enigma se
reformulará años después como arte
metafísico, un término que registra el interés de de Chirico por la
filosofía, y su lectura de los textos de los grandes clásicos de la disciplina.
En 1919, en su texto «Nosotros metafísicos», escribiría: “La astucia más
terrible que regresa desde más allá de los horizontes inexplorados para fijar
en la metafísica eterna, en la terrible soledad de un inexplicable lirismo: una
galleta, el ángulo formado por dos paredes, un dibujo que evoca algo de la
naturaleza del mundo estúpido e insensato que nos acompaña en esta vida
tenebrosa”.
Plaza de Italia con fuente [Piazza d'Italia con fontana] (c. 1968) [firmado: 1954].
Óleo sobre lienzo, 40 x 50 cm. Fondazione Giorgio e Isa de Chirico, Roma.
En otro escrito del mismo
año, publicado unos meses después: «Sobre el arte metafísico», manifiesta su
rechazo a considerar el sueño, otra de las claves iniciales de su trabajo, como
“una fuente de creación”, ya que “en el sueño ninguna imagen, por extraña que
sea” golpearía “con potencia metafísica”. Puede así apreciarse una línea de
distanciamiento con el surrealismo, que se hace explícita al situar el sueño
por debajo de los misterios y apariencias que la mente humana encuentra: “es cierto que el sueño es un fenómeno
extrañísimo y un misterio inexplicable, pero aún lo es más el misterio y la
apariencia que nuestra mente otorga a ciertos objetos, a ciertos aspectos de la
vida.” Giorgio de Chirico: la mente en acción, su flujo abierto en el teatro de
la vida.
* El mundo de Giorgio de Chirico.
Sueño o realidad. Comisarias: Mariastella
Margozzi y Katherine Robinson; CaixaForum Madrid. Del 23 de noviembre
de 2017 al 18 de febrero de 2018.
PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.309, 23 de diciembre de 2017, p. 18.
PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.309, 23 de diciembre de 2017, p. 18.
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