Envolver
la memoria
Concebida literalmente como un
“pre-estreno” de lo que vendrá después: la envoltura o empaquetado del Arco del
Triunfo en París, que podrá verse durante 16 días, desde el sábado 18 de
septiembre hasta el domingo 21 de octubre (claro, siempre que la COVID 19 lo
permita), el Centro Pompidou presenta en París una sugestiva exposición de
Christo y su esposa y compañera: Jeanne-Claude, que en principio estaba
programada para que tuviera lugar desde el 18 de marzo hasta el 15 de junio. El
reciente fallecimiento de Christo, el pasado 31 de mayo, da además a la muestra
un carácter de homenaje, muy merecido por alguien tan singular como él en el
arte de nuestro tiempo.
Un dato que llama la atención es la
coincidencia absoluta en la fecha de nacimiento de Christo y Jeanne-Claude,
ambos nacieron el mismo día, fecha y año: el 13 de junio de 1935. Él en Gabrovo
(Bulgaria) y ella en Casablanca (Marruecos). Se encontraron en París en 1958,
cuando tenían 23 años, y ahí empezó una relación personal y de unidad en el
trabajo artístico que se mantendría sin ruptura. Jeanne-Claude falleció el 18 de
noviembre de 2009.
Las obras de Christo y Jeanne-Claude, que
se han ido presentando en casi todos los espacios del planeta, son en sí mismas
un género único: intervenciones
plásticas de gran formato, envolviendo monumentos y espacios urbanos, así como
estableciendo vías de paso y de contacto artificiales en espacios naturales,
fundamentalmente acuáticos. En todos los casos, esas intervenciones tienen un
carácter temporal, permanecen únicamente durante un plazo prefijado, y después
se conserva la documentación: escritos, materiales, fotografías, imágenes
fílmicas…
Para la concepción y despliegue de esa
línea de trabajo tuvo una especial importancia la llegada de Christo a París en
marzo de 1958, tras dejar Bulgaria en 1956 y pasar por Praga, Viena, y Ginebra.
Es también el momento del encuentro con Jeanne-Claude. Christo había tenido una
formación clásica como artista en Bulgaria, y ya en París empezó a realizar
retratos al óleo de personas de alto nivel social como forma de ganarse la vida,
firmados con su apellido: Javacheff. Pero de forma
casi inmediata comienza a desarrollar un conjunto de series centradas en el
empaquetado de objetos y la apropiación escultórica del espacio, firmadas ya
con lo que será su nombre artístico: Christo, y desarrolladas en colaboración
con Jeanne-Claude.
En los siete
años que pasan en París, entre 1958 y 1964, año en el que se instalan
definitivamente en Nueva York hasta el final de sus vidas, el trabajo artístico
de Christo empieza ya a modularse plenamente en lo que será el horizonte de su
trayectoria madura. Se libera de la superficie del cuadro, empaqueta objetos
cotidianos, y comienza a dar una dimensión monumental a sus obras, concibiendo
y elaborando diversos proyectos para la ciudad.
Todo ese proceso queda plenamente
documentado en la muestra del Pompidou, centrada en dos secciones: (1) Los años parisinos, 1958-1964, en la que
se presentan alrededor de 80 obras, y (2) El
Pont Neuf empaquetado, París, 1975-1985 (exposición-dossier), con la reconstrucción exhaustiva
de las etapas y elementos que llevaron a la realización de ese proyecto, a
través de 337 piezas (dibujos, collages, una maqueta, fotografías, documentos
de archivos, y estudios de ingeniería en torno al proyecto realizado). En el espacio
central entre ambas secciones se presenta también una sugestiva película
documental, dirigida por los hermanos Albert y David
Maysles:
Christo
en París (1990), en la que se presta atención especial a los diez años que Christo y Jeanne-Claude dedicaron al proyecto del Pont Neuf
empaquetado y a la biografía de ambos.
Entre 1958 y 1960, Christo va realizando
diversos empaquetados de objetos utilizando papel y tejido, que transforma
produciendo en ellos arrugas y pliegues a los que da un carácter rígido
utilizando laca o realzando los relieves con pintura. Según sus propias
palabras: “No se trataba tanto de crear un objeto, sino más bien la textura del
objeto mismo.” Aquí se sitúan ya las raíces de lo que será un elemento central
en la trayectoria de Christo: empaquetar,
envolver, como una puesta en escena
que plantea ocultar lo evidente y hacer pensar en la incógnita de lo que se
oculta con la envoltura, algo bastante frecuente en las formas de entrega
personales de los regalos.
Otra forma de romper el carácter plano de
la pintura tradicional aparece con la serie “Cráteres”, en la que destaca la
obra de gran formato Cráter, de 1960,
elaborada con esmalte, pintura de pegamento, arena y metal sobre panel: los
materiales y el volumen se sitúan en primer plano.
Muy pronto se plantean las intervenciones
en el espacio público, estructuras temporales hechas con columnas o
acumulaciones de barriles. Entre ellas, hay que destacar la que bloquea con bidones
la calle Visconti, una de las más estrechas de París, concebida en octubre de
1961 como reacción al levantamiento del Muro de Berlín, y que se realizaría en
la tarde-noche del 27 de junio de 1962, provocando que la policía exigiera su
desmantelamiento inmediato.
Es también en 1961 cuando Christo proyecta
empaquetar un edificio público parisino, en concreto la Escuela Militar como
puede apreciarse en dos fotomontajes. Y enseguida, en 1962, surge ya el
proyecto de empaquetar el Arco del Triunfo, como testimonia un collage, y que
ahora podrá llevarse a cabo y presentarse públicamente, si no surgen problemas,
en las fechas antes indicadas.
El pasado y el presente fluyen, y si el
empaquetado del Arco del Triunfo ha tenido que esperar largos años para su
realización, es también importante recordar uno de los resultados posteriores
con mayor relieve de la actividad de Christo y Jeanne-Claude en aquellos años
que vivieron en París. Se trata del proyecto para “empaquetar” el Pont Neuf (Puente
Nuevo), a pesar de su nombre el más antiguo
de los puentes monumentales que atraviesan el Sena (construido entre
finales del s. XVI y comienzos del s. XVII). Ya no estaban en la ciudad cuando
la idea fue concebida en 1975, y tras un largo proceso de elaboración y trabajo,
que puede apreciarse con intensidad en la segunda sección de la muestra, tuvo
su culminación el 22 de septiembre de 1985.
El Arco del Triunfo empaquetado (Proyecto para París) (2018). Collage. Fotografía de André Grossmann.
En último término, lo que nos transmite
esta excelente y emotiva exposición es el juego entre tiempo y memoria,
centrales en las ideas de envoltura y
empaquetamiento que constituyen el
rasgo central de la trayectoria de Christo y Jeanne-Claude. Según lo que nos
dice el propio Christo: “Todos nuestros proyectos temporales tienen un carácter
nómada, están en perpetuo movimiento. Estas obras no son visibles más que una vez
en una vida, pero permanecen grabadas en las memorias. Este aspecto es esencial
en nuestro planteamiento y recuerda un principio firmemente humano: nada dura
eternamente y ahí está toda la belleza de la vida.”
* Christo y Jeanne-Claude.
¡París!. Comisaria: Sophie Duplaix. Centre Pompidou, París. Del 1 de julio
al 19 de octubre de 2020.
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