lunes, 27 de mayo de 2019

Exposición de Luis Gordillo en la Galería Marlborough, Madrid



Esta nueva exposición del más joven de nuestros artistas, que en unos meses cumplirá 85 años, es de verdad impresionante, maravillosa. No se la pierdan. El foco de la muestra podría situarse en una pregunta: ¿Miramos un cuadro, o algo en él nos mira a nosotros…? Luis Gordillo despliega una puesta en escena de los colores, los objetos, las figuras, en secuencias de reflejos y movimientos. Con ello, la pintura se despliega no como una representación plana, sino “como interrogación corporal”, según la expresión que él mismo formuló en 2014.

Una cara nos mira (2018). Acrílico sobre lienzo,116,5 x 100 cm.

Las obras reunidas: un conjunto de cuadros de grandes dimensiones junto a otras piezas de formato medio, siguen avanzando en el mismo curso que caracteriza su trayectoria, pero sin repetición, abriéndose a nuevos registros de la mirada. En todas ellas, podemos ver cómo Luis Gordillo utiliza el collage y la mezcla del lenguaje pictórico, en su más alta intensidad, con los soportes técnicos de la representación: fotografía, estampación gráfica, recursos digitales.

Refracciones-refractivas (2019). Tríptico. Impresión digital, papel baritado Hahnemuhle y dibond, ed. 1 de 3, 150 x 386 cm.

En su libro de 2014 Mecánico visceral-Visceral mecánico, escribió: “Mi apetito devorador es amplio; todo puede ser deglutido y asimilado para una densificación última del cuadro: colección obsesiva de fotos de prensa y de objetos baratos, técnicas de transformación como la foto, la imprenta, la fotocopia, el collage y todas estas fuentes reciclándose y trabajando en espiral.”

Quién mira a quién (2019). Acrilico y collage sobre madera, 124,5 x 223 cm.

Lo que Luis Gordillo alcanza es admirable. A través de esa actitud de intensificación y síntesis nos situamos en el registro de lo que Richard Wagner llamó “la obra de arte total”, aunque en este caso en el universo de la pintura, de la imagen plástica. Y todo ello en el escenario de la sensibilidad actual, en el mundo de hoy. Ya que por un lado, esa superposición de planos de representación y de escenarios plásticos nos habla de la proliferación y mezcla de las imágenes en las redes digitales de nuestros días. Y por otro, al introducir un giro de cuestionamiento, de interrogación, acerca de lo que vemos, plantea la necesidad de una mirada emancipada, de una visión abierta.
Entre las obras aquí reunidas podemos, por ejemplo, seguir el curso de la interrogación pictórica: Una cara nos mira (2018), Refracciones-refractivas (2019), Quién mira a quién (2019), Visión-dispersión-destrucción (2019), que nos lleva a interrogarnos acerca de los cauces de nuestra mirada. ¿Llegamos a ver cuando miramos…?

Visión-dispersión-destrucción (2019). Acrílico sobre lienzo, 134 x 190 cm.

La pintura de Luis Gordillo nos da una melodía de notas visuales para llegar a ver. A través del vuelo, del aleteo, de la mirada. Mirando sus cuadros construimos orbes con los objetos y figuras que nos rodean, “ready-mades” óptico-emocionales a los que Gordillo hace actuar, pone en escena. Y así, vemos. En su libro de 2009 Little Memories, Luis Gordillo escribió: “para saber hay que pasar a través del cuerpo”. Esa es la clave última de su pintura excepcional: los cuerpos en el teatro de la vida.


* Luis Gordillo: Escenografía corporal. Galería Marlborough, Madrid. Del 9 de mayo al 15 de junio de 2019.

* Publicado en ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.379, 25 de mayo de 2019, p. 20.

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