Transparencias de la luz
El Palacio de
Cristal del Retiro, en Madrid, es un edificio especialmente complejo para la
presentación en él de exposiciones de arte. Su estructura arquitectónica, con
sus cubiertas de vidrio, es justo lo contrario de los espacios cerrados,
delimitados, que se suelen utilizar para exponer arte. Apoyándose precisamente
en esa aparente contradicción, la artista italiana Rosa Barba (Agrigento, 1972)
ha concebido una propuesta sutil, profundamente hermosa en su intensidad
conceptual y poética.
Diagrama.
Su punto de partida fue la elaboración de un
diagrama con los registros de la incidencia en distintas horas de la luz solar
en el filtro arquitectónico, de vidrio y acero, del Palacio de Cristal. Tras
ello, situó en el edificio cuadrantes de acero con las anotaciones de los
movimientos del sol y realizó una réplica del mismo. Finalmente, dispuso en
distintos lugares un conjunto de placas de vidrio templado, con colores de
filtros de película.
Vista de sala.
Fotografía: Joaquín Cortés/Román Lores. Archivo fotográfico Museo Reina Sofía.
El resultado es una propuesta artística dinámica e
interactiva: lo que se vive en el interior del Palacio es el desplazamiento de
la luz y el deslizamiento de los colores, a través de las transparencias del
cristal y de las placas. La obra no puede verse de una vez, de forma estática,
sino que es cambiante: se desplaza y modifica en los distintos momentos del
día, y también según cada uno de nosotros nos movemos de un sitio a otro,
ajustando y desplazando nuestra mirada.
La propuesta permite apreciar uno de los rasgos
contínuos del método de trabajo de Rosa Barba, una de las artistas de mayor
poyección actualmente en la escena artística internacional: a través de toda su
trayectoria las obras se conciben siempre en diálogo con los espacios en que se
presentan. Y, a la vez, es una nueva variación, o registro, de su interés en la
descomposición o desconstrucción de la imagen cinematográfica, temática central
en la mayor parte de sus obras.
Vista de sala.
Fotografía: Joaquín Cortés/Román Lores. Archivo fotográfico Museo Reina Sofía.
Si en ellas, en sus instalaciones fílmicas, la luz
del proyector se desplaza de forma interactiva con el espacio y con quienes
están en él, en el Palacio de Cristal vivimos algo similar. El edificio en su
conjunto se convierte en una gran sala de proyecciones fílmicas, dinámicas y
cambiantes, sólo que en este caso la función del proyector/máquina la realiza
el sol, de donde provienen todas las proyecciones lumínicas.
Rosa Barba conduce nuestra mirada a una
interrogación crítica acerca de nuestras posibilidades de alcanzar la luz en
este mundo de hoy, donde la tecnología despliega todo tipo de filtros. Salir de
las sombras, de la oscuridad, alcanzar la luz, es uno de los registros más
profundos de la sensibilidad humana. Algo que quedó ya inscrito en nuestra
tradición de cultura desde Platón, cuando éste, en la República, en su alegoría de la caverna, planteaba la salida desde
la cueva a la superficie y la experiencia allí de deslumbramiento, de verse
cegado por la verdadera luz, la luz del sol, en lugar de las sombras indirectas
de luz en el encierro.
Vista de sala.
Fotografía: Joaquín Cortés/Román Lores. Archivo fotográfico Museo Reina Sofía.
Rosa Barba nos mueve a «subir con la mirada», a
captar el «texto» dinámico, cambiante, de la luz natural, de la luz solar, a
través de sus transparencias. Porque la luz es, en sí misma, un texto que debe
ser leído, interpretado, para poder apreciar en él los ecos y registros de la verdad.
Salgamos de las sombras.
* Registros de tránsito solar. Comisario: Manuel Borja-Villel. Palacio de Cristal, Museo
Reina Sofía, Madrid. Del 17 de mayo al 27 de agosto de 2017.
PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.284, 27 de mayo de 2017, p. 23.
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