EL
SURREALISMO Y EL SUEÑO
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Del 8 de octubre de 2013 al 12 de
enero de 2014
Comisario: José Jiménez
Paul Delvaux: Mujer en una gruta (1936).
Óleo sobre lienzo, 100 x 81 cm. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.
El Museo Thyssen-Bornemisza presenta a
partir del 8 de octubre la primera exposición monográfica dedicada al
surrealismo y el sueño. Con un total de 163 obras de los grandes maestros
surrealistas –André Breton, Salvador
Dalí, Paul Delvaux, Yves Tanguy, Joan Miró, René Magritte, Max Ernst, André
Masson, Jean Arp o Man Ray-, la exposición propone una presentación temática de la aproximación plástica de los artistas
surrealistas al universo onírico. Las obras reunidas han sido cedidas por
museos, galerías y colecciones particulares de todo el mundo como el Centre
Pompidou (París), la Tate Modern (Londres), el Museum of Modern Art o el
Metropolitan Museum (Nueva York), entre muchos otros.
El surrealismo no es solamente un
movimiento artístico más, sino una actitud ante la vida que tiene su clave
principal en la visión de imágenes interiores a las que se llega por el flujo
del deseo. Sus planteamientos han influido de manera decisiva en todo el arte
posterior y en la sensibilidad contemporánea. La presente exposición pretende
mostrar que esa huella tiene su raíz más profunda en la vinculación surrealista
entre el sueño y la imagen.
Para ello, la muestra recoge, en toda su variedad y riqueza, los
diversos soportes en los que se despliega esta relación: pintura, dibujo, obra gráfica, collage, objetos y esculturas,
fotografía y cine. El horizonte creativo de los surrealistas se ampliaba a
todos aquellos registros capaces de enriquecer y expandir la mente, sus puertas
se abrieron de par en par a pintores, escultores, fotógrafos o cineastas que,
en una época de grandes avances tecnológicos en la producción y reproducción de
imágenes, fueron los primeros en adoptar la fusión de los géneros expresivos y
una estética multimedia.
Con
esa perspectiva resulta crucial el papel desempeñado por el cine: en la sala
oscura se producía el encuentro con lo insólito, con lo maravilloso, sin que
hubiera ninguna predeterminación, ni consciencia. Era el ámbito del sueño con
los ojos abiertos, mirando la gran pantalla. En las salas de cine es
"donde se celebra el único misterio absolutamente
moderno”, escribió André Breton.
En
las salas de la exposición el cine está presente a través de 7
vídeo-instalaciones en las que se proyectan fragmentos escogidos de títulos como -Un perro andaluz (1929), de Luis
Buñuel y Salvador Dalí, donde se lleva al límite la idea de desnaturalización o
desarraigo, uno de los conceptos centrales de la poética surrealista. La
película rompe con el orden narrativo
para desplegar un flujo de imágenes tan abierto como el del sueño.
La significativa presencia de
artistas mujeres es otro de los aspectos
importantes de la exposición. En el marco del surrealismo las artistas
encontraron, por primera vez, una posición protagonista más allá del papel que
desempeñaron en los inicios del movimiento como musas, objetos de deseo o
compañeras, y muchas de ellas desarrollaron una personalidad creativa en
confrontación o distancia con los hombres. El considerable número de obras de artistas
mujeres presentes en la exposición -once: Claude
Cahun, Kay Sage, Nadja, Toyen, Dora Maar, Leonor Fini, Remedios Varo, Dorothea
Tanning, Ángeles Santos, Meret Oppenheim y Leonora
Carrington- es una demostración de la relevancia y del carácter propio de
sus aportaciones en la representación surrealista del sueño.
La otra mitad de la
vida
La principal
aportación de los surrealistas a la concepción artística del sueño es que deja
de ser considerado un vacío, un agujero de la consciencia para ser entendido
como la otra mitad de la vida, un plano de experiencia consciente cuyo
conocimiento y liberación incide de manera especial en el enriquecimiento y
ampliación del mundo interior, principal objetivo de los surrealistas. En este
sentido Goya y su representación plástica del sueño como un ámbito de la
realidad humana, sin las connotaciones sobrenaturales o míticas con las que
había sido mostrado en el arte anterior, abre definitivamente la senda que
abordarán un siglo después los surrealistas.
Del sueño al
arte
La
emancipación de las artes visuales con respecto a la reproducción mimética de
la realidad exterior sirve de impulso para la transformación del arte moderno,
sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX con las vanguardias
artísticas. Uno de los aspectos más decisivos en la contribución de los
surrealistas a este impulso es la validación de la representación del universo
onírico en el arte. Para ello, buscan un lugar en el que sueño y realidad se
concilien, van y vienen entre el mundo interior y exterior, y llevan a cabo -una tarea de
transcripción de los materiales del sueño en las obras plásticas.
El
surrealismo y el sueño
se articula en ocho capítulos que
organizan temáticamente los materiales plásticos reunidos en la exposición:
1. Los que abrieron las vías (de los
sueños); 2. Yo es otro (Variaciones y metamorfosis
de la identidad); 3. La conversación infinita (El sueño es
la superación de Babel: todas las lenguas hablan entre sí, todos los lenguajes
son el mismo); 4. Paisajes de una tierra distinta (Un
universo alternativo que, sin embargo, forma parte de lo existente); 5. Turbaciones
irresistibles (La pesadilla, la zozobra); 6. Más allá del bien y del
mal (Un mundo donde no rigen ni la moral ni la razón); 7. Donde todo es posible
(La omnipotencia, todo es posible en el sueño); 8. El agudo brillo del deseo
(La pulsión de eros sin las censuras de la vida consciente).
La exposición contará con un ciclo de cine en el que se programarán,
entre otros títulos, aquellas películas cuyos fragmentos van a ser
proyectados en vídeo-instalaciones en las salas, y un congreso internacional que tendrá lugar los días 8 y 9 de octubre
de 2013, dirigido por el comisario de la exposición José Jiménez, en el que se
debatirá sobre las distintas formas y perspectivas de tratamiento y
representación del sueño en el ámbito de las artes plásticas.
FICHA DE LA EXPOSICIÓN
Título: El
surrealismo y el sueño
Organiza: Museo Thyssen-Bornemisza.
Sede y fechas: Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza, del 8 de octubre de 2013 al 12 de enero de
2014
Comisario: José Jiménez, Filósofo y Profesor de Estética y Teoría
de las Artes en la Universidad Autónoma de Madrid
Número de obras: 163
Publicaciones: catálogo, ediciones en español e
inglés.
INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE
Museo Thyssen-Bornemisza
Dirección: Paseo del Prado 8. 28014, Madrid.
Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 19.00
horas. Sábados, de 10.00 a 21.00 horas. Último pase una hora antes del cierre.
Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en
el 902 760 511.
Más información: www.museothyssen.org
Audio-guía, disponible en varios idiomas.
INFORMACIÓN PARA PRENSA
Aunque entiendo que la muestra parte del movimiento surrealista como tal o se concentra en el mismo, no hubiera estado nada mal incluir a un precursor tan audaz y clarividente como Francisco de Goya. Era tentador y le hubiera dado un matiz y una proyección más transgresora todavía mayor, ¿no? Bueno, disculpa mi intromisión, pues razones tienen el comisario y el ente que organiza la exposición para montarla como sus criterios valoren. Era una simple opinión, precisamente porque siempre valoré a Goya en esa intención surreal, de la misma manera que también podría hablarse de que determinados estilos, tiempos y formas de expresarse el gran sordo son premonitorios de otras manifestaciones de la plástica bastante posteriores.
ResponderEliminarCon mis mejores votos para que la muestra nos deslumbre a todos y sobre todo nos enseñe, que falta nos hace.
Gracias y saludos.
Estimada Ariadna,
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Goya no está en la muestra porque su contexto histórico y cultural es muy diferente al del surrealismo. Pero sí está presente, con todas las matizaciones necesarias en el catálogo, en el que además de reproducir la estampa "El sueño de la razón produce monstruos", escribo entre otras cosas lo siguiente:
"el comienzo de todo está en Francisco de Goya (1746-1828). El inicio de la emancipación de la representación plástica respecto a la reproducción mimética de la realidad exterior, que atraviesa todo el despliegue del arte de nuestro tiempo y también, de un modo específico, la representación plástica del sueño como un ámbito de la realidad humana, inmanente, sin los ecos sobrenaturales o míticos con los que el sueño había sido representado en el arte anterior."
Saludos cordiales,
José Jiménez