En coincidencia con la fecha del
centenario de su nacimiento, la Academia de Bellas Artes de San Fernando ha
organizado una muestra con obras de Álvaro Delgado (1922-2016), una de las
figuras más consistentes en los ámbitos de la pintura y la ilustración en la
España de nuestro tiempo.
Desde su vinculación inicial en 1940 a
la Escuela de Vallecas en su segunda fase, Álvaro Delgado fue desarrollando
posteriormente una práctica de nueva figuración, específicamente personal, que
caracterizó toda su relevante y sugestiva trayectoria. Fue un artista viajero,
que se desplazó a distintos lugares de España y del extranjero, lo que sin duda
contribuyó a intensificar su apreciación de las diferencias humanas y a su
incorporación abierta en sus obras artísticas.
En ese curso del tiempo, su obra fue
recibiendo todo tipo de reconocimientos, y realizó numerosas exposiciones...
Fue elegido Académico de Bellas Artes en 1973. En esta exposición, que tiene un
carácter de homenaje, se presentan 58 obras, en su mayor parte pinturas, pero
también obra gráfica.
Con un limpio montaje, las obras se van
sucediendo sin orden cronológico, seguramente para intentar así desvelar la
continuidad de las temáticas e intereses que atraviesa toda su trayectoria. A
pesar de ello, casi al inicio del recorrido, podemos ver dos obras, en ambos
casos retratos, uno de su esposa: Menchu Gal (1947), también pintora, y otro de
su único hijo: Álvaro (1955), cuando éste era todavía muy pequeño. Retratos de
su familia como núcleo de su vida, algo muy significativo.
Las temáticas e intereses que vamos
viendo nos transmiten la variedad de la sensibilidad artística de Álvaro
Delgado: paisajes, bodegones, temáticas morales (lo judío y el rechazo del nazismo),
diálogos con el arte de otro tiempo que él agrupaba con la expresión en francés
“d’après” (a partir de), ilustraciones gráficas de obras literarias o
artísticas, y de un modo especial retratos, que son el género más numeroso en
las obras aquí reunidas.
En su dialogo con los clásicos los dos
artistas para él prioritarios son El Greco y Goya, aunque también está Durero.
Y en las obras gráficas, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. En los retratos, el
diálogo es muy amplio: desde políticos y figuras con eco social, hasta
escritores y pensadores, como Ramón del Valle-Inclán, Leopoldo María Panero, José Ortega y Gasset y
José Luis López Aranguren. Sus retratos e ilustraciones son como un signo del
tiempo que queda cifrado en imágenes, y por la fuerza que éstas tienen nos
permiten viajar hacia las personas y hacia los espacios de vida de otros
momentos y situaciones.
En definitiva, una muy relevante
exposición en la que podemos apreciar como horizonte estético predominante en
toda la obra de Álvaro Delgado un peculiar expresionismo
pictórico, desarrollado a través de la modulación de líneas y colores
siempre con una gran intensidad, y subrayando en todo momento los ecos abiertos
de una figuración no meramente mimética, sino que plantea ir al fondo de lo que
se representa.
* Álvaro Delgado (1922-2016). Centenario de
un pintor. Comisarios: Víctor Nieto Alcaide y Tomás Paredes. Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid. Del
7 de octubre al 11 de diciembre.
* Publicado en EL CULTURAL: - Edición impresa, 11 – 17 de noviembre, pg. 38. - Edición online: https://www.elespanol.com/el-cultural/arte/20221116/alvaro-delgado-pintar-partir-clasicos/718178217_0.html
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