Brassaï: el paseante de la visión
Uno
de los aspectos más relevantes de las exposiciones de arte es que en no pocas
ocasiones nos permiten viajar tanto en el espacio como en el tiempo. Este es el
núcleo de esta relevante muestra de fotografías de Brassaï, centradas en su
visión de París: la llamada “ciudad luz”, pero que él nos muestra también en la
oscuridad y en la noche, permitiéndonos ver en paralelo París como “ciudad
noche”.
Las
imágenes reunidas, todas ellas provenientes del patrimonio familiar de Brassaï
y datadas entre los años treinta y sesenta del pasado siglo XX, nos llevan a un
París que hoy ya no existe. Es un intenso viaje en el tiempo, en el que podemos
apreciar los movimientos y signos de vida de la ciudad, y a la vez a un
conjunto de figuras sumamente relevantes de la vida intelectual y artística
fijadas en el objetivo fotográfico de Brassaï, y de un modo más intenso la
importante relación que él mantuvo con Pablo Picasso.
La
exposición se articula en cuatro secciones: El París de Brassaï, París de día,
París de noche y Conversaciones con Picasso, a las que se unen otras dos
secciones complementarias: El panorama cultural de París y Brassaï artista. Además
de las fotografías de Brassaï se muestran también obras de Picasso y de otros
artistas (Braque, Léger, Dora Maar, Henri Michaux...), así como películas de época y
documentos (entre estos, algunos de carácter personal y de mucho interés). Es
importante destacar que tanto en la concepción como en los criterios de
articulación de la muestra ha desempeñado un papel destacado Philippe Ribeyrolles, sobrino de Brassaï, lo que nos permite una
comprensión más próxima y profunda acerca de su figura.
Y así, aunque su núcleo principal y su
síntesis personal fue la fotografía, en el recorrido podemos apreciar que
Brassaï vivía de modo simultáneo en todas las artes, en las que entró y avanzó
siempre como autodidacta. El cine fue para él determinante, y desarrolló su
actividad como escritor (muy prolífico), en dibujos, en obras impresas y en
esculturas (hay tres de ellas, de pequeño formato, en la exposición). En su
proceso de formación es sugerente lo que dice Philippe Ribeyrolles: que fue
“acunado por Goethe y alimentado por Proust”.
Gyula
Halász era el verdadero nombre de Brassaï (1899-1984), que había nacido en
Brassó (Transilvania, hoy en Rumanía), ciudad de la que tomó su nombre
artístico: Brassaï significa “de Brassó”, expresión explícita de su origen. Sin
embargo, su vida, enmarcada en el signo de la modernidad, fue la de un
caminante por la ciudad, un viajero por el mundo.
Su
padre, que había estudiado en París, en la universidad de la Sorbona, fue
profesor de literatura francesa en la universidad de su ciudad natal. Tras
vivir en Budapest y en Berlín, en las que estudia Bellas Artes, Brassaï se
traslada a París en febrero de 1924. Allí encontrará su asentamiento
definitivo, eso sí: para seguir viajando por el mundo.
Y
aquí creo que se sitúa una cuestión central para comprender en profundidad la
personalidad y la obra de Brassaï, que nos lleva a su forma de entender el
viaje en la vida en una comunicación directa con lo que podemos encontrar en
Charles Baudelaire, quien acuñó el concepto del flâneur, del paseante solitario, que viaja sin rumbo fijo por la
ciudad hormigueante y llena de sueños, que asaltan a quien pasa si éste tiene
alerta su mirada. Con lo que para ese paseante sin rumbo pragmático la ciudad
se convierte en un objeto artístico y erótico. Todo ello brilla con intensidad
en las profundas imágenes de la vida en París que nos transmiten las
fotografías de Brassaï.
También
brilla la vida y el impulso del arte en la atención especial que la muestra nos
da de su relación con Picasso. Uno de los libros de mayor interés de Brassaï,
que tiene el mismo título que la sección que aquí encontramos: Conversaciones con Picasso, fue editado
en 1964, con una dedicatoria al mismo en su 83 aniversario que se cumplía
entonces.
En
el libro podemos leer acerca del primer encuentro entre ambos, que tuvo lugar
en 1932 en el taller de Picasso, adonde Brassaï acudió para fotografiar su obra
escultórica, en aquel tiempo “todavía completamente desconocida”, y para
llevarla a treinta páginas del primer número de Minotaure, revista del grupo surrealista. Aunque ambos estuvieron
próximos, ni uno ni otro se integraron de forma plena en el ámbito del
surrealismo.
Con
Picasso se puede establecer un paralelismo de interés en la sensibilidad y
líneas de trabajo de Brassaï: la importancia de la mirada en profundidad, no
quedarse meramente en la mirada momentánea, parcial, superficial, sino intentar
pasar de mirar a ver. Brassaï se
confiesa “fascinado” por los ojos de Picasso, que caracteriza así: “diamantes
negros”, “ojos ardientes”, “ojos azabache”, y señala que en él “todo está
centrado sobre la fijeza extravagante de la mirada que os atraviesa, os
subyuga, os devora...”
Y
eso es, en definitiva, lo que Brassaï persigue a lo largo de toda su obra y en
su diversidad de registros: centrarse en la mirada para a través de ella llegar
a ver. Brassaï: el paseante de la visión.
* El París de Brassaï. Fotos de la ciudad que amó Picasso. Museo Picasso, Málaga. Comité curatorial: Philippe Ribeyrolles, José Lebrero Stals, Margaux Minier. Del 19 de octubre al 3 de abril de 2022.
*
Publicado en EL CULTURAL: - Edición impresa, 29 de octubre – 6 de noviembre,
pgs. 26-27. Edición online, https://elcultural.com/brassai-el-paseante-de-la-vision
Baccarat - Play Online Casino | Baccarat For Free or Real Money
ResponderEliminarBaccarat is one deccasino of the most popular games in online งานออนไลน์ casino games. This online gambling game is one of the main concepts of febcasino traditional casino games,