El sueño del arte
Eugenio Ampudia
(Valladolid, 1958) es uno de nuestros artistas actuales de mayor relieve e
impulso creativo. La Comunidad de Madrid presenta ahora en la Sala Alcalá 31
una excelente muestra, muy bien articulada, que nos da una síntesis
retrospectiva de su trabajo, junto a una monumental instalación, de gran
formato, especialmente concebida para esta ocasión.
Sostener el infinito en la palma de la mano, 2018 [simulación] (2018).
Instalación ex profeso [Site-specific installation]
El proyecto se despliega
en tres ejes temáticos concretos: tiempo,
juego, dormir, a través de 16 obras: una instalación interactiva, Sostener
el infinito en la palma de la mano,
que da título a la exposición, otra vídeo-instalación interactiva, tres
vídeo-instalaciones, y once vídeos. Se trata de propuestas de gran formato, y
en las que el diálogo con los públicos, buscando su interacción con lo que las
obras plantean, tiene un papel central.
Sostener el infinito en la palma de la
mano (2018) ocupa
prácticamente todo el espacio central de la planta baja de la sala, excepto la
pared de fondo donde se sitúan las imágenes de Collectors (2009), imágenes de obras referenciales del arte del
siglo veinte que van siendo proyectadas por el público cuando activa los
botones de selección que siguen las pautas del vídeo-juego Tetrix.
Collectors (2009).
Vídeo-instalación interactiva
La
primera instalación está concebida como introducción al recorrido, y está
constituida por un conjunto de piezas escultóricas de gran formato, con maquinaria
y manecillas de reloj, completamente abiertas a la mirada del espectador. Como
las manecillas se mueven, siguiendo el curso del tiempo, el paso que permiten a
los visitantes también se va alterando levemente, con lo que va cambiando el
recorrido.
La
posibilidad de una visión plena de esta gran instalación desde la planta de
arriba te permite apreciar los ajustes y matices del paso del tiempo. Y es
especialmente interesante ver cómo la sombra de las manecillas se proyecta por
delante de su movimiento, en una especie de anticipo de lo que va a pasar. El tiempo. La cifra del tiempo. El título de la obra está tomado de un poema
de William Blake en el que leemos: “Para ver un Mundo en un Grano
de Arena / Y un Cielo
en una Flor Silvestre / Sostén la Infinidad en
la palma de tu mano / y la
Eternidad en una hora.”
En
Collectors, al presionar los botones
el visitante forma un conjunto de imágenes de obras, una colección, que sin
embargo puede desvanecerse si los botones van más allá del número de imágenes
que se pueden proyectar, lo que terminaría siendo una colección perdida. La carga irónica que aquí aparece: de
“tener todas las obras” (en imagen) a quedarse sin ninguna, es una línea
continua del trabajo de Eugenio Ampudia, claramente presente en todas las obras
de la muestra.
En juego (2006).
Vídeo monocanal con sonido.
En
los espacios laterales de la planta baja se reúnen dos vídeo-instalaciones con
proyecciones de luz, imágenes y textos sobre estantes de libros: los libros
palpitan, están vivos. Y también cuatro proyecciones de vídeo, en pantallas de
gran formato, en las que la carga irónica es igualmente intensa. En una de
ellas: En juego (2006), el balón de
fútbol se sustituye por un libro de arte (El
impacto de lo nuevo, de Robert Hughes). En otra: Rendición (2006), vemos a saltadores de pértiga realizando su
acción, pero al final descubrimos que en lugar del listón saltan sobre La rendición de Breda, de Velázquez. En Prado GP (2008), un motorista recorre a
toda velocidad las salas del Museo del Prado. Y en Museum and Space (2011), el edificio del Museo Guggenheim de Nueva
York aparece lanzado hacia el espacio como una nave espacial.
Eugenio
Ampudia habla plásticamente con el lenguaje visual de nuestro tiempo, pone las
imágenes en movimiento. Pero, obviamente, confronta la cultura, las artes, con
los deportes, los espectáculos masivos, cuestionando dónde se sitúa nuestra
mirada, y nuestra capacidad de reflexión y conocimiento. En todos estos vídeos,
como en Collectors, habita el juego, que Friedrich Nietzsche
consideraba atributos del niño y del artista, y en Así habló Zaratustra como “la rueda” que impulsa la tercera
transformación del espíritu en niño.
Dónde dormir 1 (Goya) (2008).
Vídeo monocanal con sonido.
Los
dos espacios laterales de la planta superior reúnen la primera presentación
completa de la serie Dónde dormir,
siete vídeos datados entre 2008 y 2018, junto a la vídeo-instalación El sueño de todo artista (2000). Los
vídeos son síntesis de acciones de Eugenio Ampudia durmiendo en espacios
culturales, y tienen como complementos un conjunto de colchonetas sobre las que
los visitantes pueden dormir, una
acción que aconsejan tanto el artista como la comisaria de la exposición.
El sueño de todo artista (2000).
Instalación.
El sueño de todo artista, que obviamente está en la raíz de la
serie Dónde dormir consiste en una
cama tendida en el suelo e iluminada, complementada con el canto cortado de la
Reina de la Noche (La flauta mágica,
Mozart), avellanas, una botella de agua, un lápiz, y libretas donde anotar y
dibujar lo que viene en la noche, la
raíz del sueño artístico. Eugenio Ampudia: experimentar el paso del tiempo, jugar, dormir. Tal vez soñar.
*
Eugenio Ampudia:
Sostener el infinito en la palma de la
mano; Sala Alcalá 31. Comisaria: Blanca de la Torre. Del 13 de septiembre al 4 de
noviembre de 2018.
* Publicado en ABC Cultural
(http://www.abc.es/), nº 1.343, 15 de septiembre de 2018, pp. 22-23.